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27 de febrero 1977, la primera vez que un Profeta visita Perú

Un día como hoy en La Iglesia de Jesucristo

El domingo 27 de febrero de 1977 se llevó acabó la sesión principal de la Conferencia General del Área con la presencia, por primera vez en Perú, del Profeta y presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días, Spencer W. Kimball y varias otras autoridades generales.  El evento se realizó en el Coliseo Amauta y contó con una asistencia aproximada de 7,900 personas.

 

Algunas experiencias vividas

Raquel Flores nos cuenta: "Recuerdo que de niña, a mi hermana y a mi, nos llevaron a la Estaca Limatambo para participar del coro de niños que cantaría en la coferencia presidida por el Profeta en el coliseo  Amauta. Era la primera vez que vendría un profeta a Perú.  Recuerdo que al estar en el lugar donde catamos el himno “Soy un hijo de Dios”, paso el Profeta Kimball por nuestro lado y nos saludó.  “Lo primero que vi, fue su mano que brillaba, y al mirarlo completamente vi que este brillo cubría todo su cuerpo ”, como niña me sentía muy contenta por que amaba al profeta."

Areff Segovia relata lo siguiente: "Ese domingo mis padres preparaban a sus 5 hijos para asistir a la conferencia.  Era el momento más importante para nosotros, la expectativa era grande, vendría el Profeta Spencer W. Kimball, y eso alegraba y motivava a mi familia a llegar temprano y estar lo mas cerca del él.  Mi padre alisto a mis hermanos con su ropa de domingo listos para ir, cuando mi madre entró en trabajo de parto y le dijo a mi padre que ya era hora del nacimiento.  Eran las 7 de la mañana y mi padre subió a toda su familia a la camioneta que tenia rumbo al Hospital.  Mi madre, entonces, le pide a mi padre que lleve a los niños a ver al profeta, ya que estar allí sería una bendición para toda la vida de sus hijos.  Le dijo “ve, yo estaré bien aquí.” Mi padre volvió a subir a sus cinco hijos a su camioneta rumbo al coliseo Amauta a ver al profeta.  Mi madre me cuenta que nací a las 10:20am aproximadamente en el momento en que el profeta Kimball discursaba, agregó mi padre.  En el momento que los médicos me llevaron para que mi madre me viera, ella dijo: "se parece al profeta Kimball sin cabellos”.  Nací de buenos padres y el señor me envió un 27 de febrero de 1977, cuando el profeta daba su mensaje en Perú."

Los días en que el profeta Kimball estuvo en Perú muchas personas afianzaron su fe en Jesucristo.  Algunos contaron que cuando hacian cola en la explanada de ingreso al coliseo, al verlo ingresar, lloraron, sientieron un fuerte espíritu y entre todos ellos se brindaron un fuerte abrazo, estiraban sus pañuelos blancos en señal de saludo y respeto a un hombre de Dios.  Recordaban cuando Cristo andaba y miles de personas al verlo pasar lo único que querían es tocar su manto para sentirse llenos del espíritu y sentir su amor.  La fidelidad de los miembros es reflejo de las palabras que menciono el profeta Kimball, citando al presidente Wilford Woodrulf:  "Los lamanitas florecerán como la rosa en las montañas.”

Mensaje del Profeta

El presidente Spencer W. Kimball, compartió en la conferencia mensajes de inspiración para los miembros y visitantes, que fortalecieron a los miembros, estos mensajes son:

A los nuevos matrimonios:

No nos casamos para satisfacer una necesidad humana; eso es secundario; lo primero es traer niños al mundo, y enseñarles a que sigan los pasos del Señor Jesucristo. Por consiguiente, debemos ser muy cuidadosos y considerados con nuestra esposa, amarla más que a nuestra propia vida, y amándola así, la trataremos con toda delicadeza y consideración. Recordad que Pablo en algunas de sus epístolas en la Biblia, dedicó gran parte de ellas a enseñar a los hombres que debían amar a su esposa. Esta es una gran responsabilidad; todo buen hombre ha de amar a su esposa con todas sus fuerzas; y cualquier joven que esté por casarse debe tenerlo en cuenta

A los niños:

“A los niños se les debe enseñar a hacer planes para el futuro; es muy común entre ellos gastar su dinero en helados y golosinas; pero es fundamental que cada padre enseñe a sus hijos a ahorrar y sacrificarse; entonces tendrán mayores posibilidades de tener hijos rectos y dignos. Los jóvenes deben ser cuidadosos en ahorrar su dinero y tener el deseo de hacerlo. Necesitarán dinero para ir a la misión, necesitarán dinero para ir al templo a contraer matrimonio, y lo necesitarán para muchos propósitos de la Iglesia.”

A los Jóvenes:

“La vida normal de un joven es tener una esposa, de manera que pedimos a todos los jóvenes que planifiquen su vida, que decidan que una parte de su vida la dedicarán a estudiar, la otra será para ir a una misión, y luego vendrá la época en que deberán seguir una carrera, y casarse. Cuando el joven tenga una esposa, deben ambos empezar a formar su familia

(Mensajes de la revista Liahona Mayo Junio 1977)

Hoy recordamos que hace 42 años vino el primer profeta viviente a nuestro país Perú y muchas personas se fortalecieron con su mensaje y su presencia.  Son generaciones de familias que gracias a ese momento sus vidas se fortalecieron y permanecen fieles al evangelio de Jesucristo.

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