Nota de prensa

Victoria Alada

No se necesita ser perfecto para ser bello

En el que es quizás el museo más famoso del mundo, el Louvre en París, se encuentra una estatua de 18 pies de altura que se estima que tiene más de 2.000 años de antigüedad. Fue descubierto por un arqueólogo aficionado en 1863, tumbado en la arena en la isla griega de Samotracia. Ahora se encuentra, firme y fuerte, entre las obras de arte más famosas del Louvre y posiblemente una de las esculturas más reconocidas del mundo.

Lo llamamos la Victoria Alada de Samotracia , aunque nadie sabe cómo lo habría llamado su creador. De hecho, no sabemos quién lo creó, y solo podemos adivinar su propósito o significado original. El hecho de que la figura alada parezca estar avanzando "hacia el frente de un barco" lleva a algunos "historiadores a concluir que fue creada para conmemorar una batalla naval exitosa".  Pero esa es solo nuestra mejor suposición. Ni siquiera sabemos exactamente cómo se veía originalmente la Victoria Alada, porque faltan la cabeza y los dos brazos.

 

Y sin embargo, a pesar de todo lo que no sabemos sobre esta notable escultura, sí sabemos cómo nos sentimos cuando la vemos. La majestuosa Victoria Alada inspira sentimientos de asombro, coraje, confianza y triunfo.

Pero, ¿por qué una estatua tan obviamente dañada e incompleta es tan universalmente amada y admirada? Algunos señalan el arte y la habilidad evidente en lo que queda de Victoria Alada. Es hermoso, dicen, a pesar de su carácter incompleto. Después de todo, no se necesita ser perfecto para ser bello. Por otro lado, también hay algo cautivador en las imperfecciones de la estatua. ¿Podría ser que la Victoria Alada sea hermosa debido a sus imperfecciones, al estar incompleta?

El hecho es que pasamos nuestros días rodeados de personas y situaciones imperfectas e incompletas. Nosotros también somos imperfectos e incompletos. A veces podemos sentir que la vida nos ha dejado en pedazos en la arena. Sin embargo, cada uno de nosotros es digno de rescate, no de condena; cada uno de nosotros merece recuperación, no rechazo.

Cuando miramos la Victoria Alada, se nos recuerda cómo se ve la victoria: hermosa, pero nunca perfecta. Parece que nos está diciendo que el daño y los defectos nunca deberían impedirnos mantenernos confiados y seguros, firmes y fuertes.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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