Pese a que llevan más de 15 días en sus cuartos cumpliendo con la cuarentena establecida por las leyes del país, ellos no dejan de fortalecer su fe. En tiempos de incertidumbre y desafíos a nivel mundial por el brote del COVID-19, más de 120 misioneros en Huaraz, Chimbote, Casma, Trujillo y Virú estuvieron conectados a través de sus celulares para recibir el consejo y amor de un apóstol del Señor.
- La foto corresponde a Conferencia Multizona de misión, previa a la emergencia sanitaria
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| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
El Élder Dale G. Renlund y su esposa brindaron su apoyo, bendición y fortaleza a cada uno de los élderes y hermanas durante estos tiempos de prueba e invitaron a todos a que podamos centrarnos en cuatro puntos como salvavidas ante las tormentas espirituales:
- Fe en nuestro Padre Celestial
- Fe en el Plan de Felicidad de nuestro Padre Celestial
- Fe en el amor de nuestro Padre Celestial
- Fe en el amor de Jesucristo.
Tal como los propios misioneros enseñan cada vez que empiezan a desarrollar la primera lección misional, Elder Renlund fue enfático en recordar que Dios es nuestro Amoroso Padre Celestial. Que Él tiene un plan divino de felicidad para cada uno de sus hijos e hijas. Que su Hijo Unigénito entregó su vida y padeció todo tipo de dolor para que ese plan se cumpla y, así, todos podamos gozar de la gloria que Él tiene preparada para todos sus hijos e hijas que confíen en Él.
La cuarentena ha brindado nuevas oportunidades a los misioneros. Muchos han podido completar metas que previamente se habían propuesto, tales como el culminar lecturas personales o escribir cada día en su diario personal; además de adquirir novedosas impresiones espirituales a través de sus experiencias al compartir el evangelio restaurado mediante el teléfono.
Ahora, a su horario y rutina también están agregando nuevas tareas como elaborar una lista de sus escrituras favoritas de cada libro en el Libro de Mormón, así como actividades divertidas donde, a través de fotos, muestren sus ánimos y entusiasmo por seguir trabajando diligentemente como siervos escogidos de nuestro Señor Jesucristo.
El tiempo en sus habitaciones no ha detenido la obra. Élderes y hermanas se encuentran buscando, por revelación, diferentes maneras de compartir su testimonio y magnificar el sagrado llamamiento que, con valentía y honor, aceptaron. En el contexto de una pandemia mundial, los misioneros han encontrado oportunidades para, como señaló Elder Renlund, centrarse aún más en la fe hacia nuestro amoroso Padre Celestial y su Amado Hijo Jesucristo.