El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo el miércoles 14 de septiembre que la comunidad religiosa es clave para sobrevivir a las epidemias de ansiedad y desconfianza de nuestro mundo.
"La práctica de la religión ayuda a responder a la pregunta del sufrimiento, no directamente, sino a través del amor de otras personas, a través de la presencia de aquellos que han invertido en nuestro bienestar", dijo el apóstol Soares a los reunidos en el Séptimo Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales en Nur-Sultan, Kazajstán. "Es parte del pacto de mi fe 'llorar con los que lloran' y 'consolar a los que necesitan consuelo'. A lo largo de la historia, nada ha rivalizado con la religión organizada en su capacidad de fomentar el compromiso con determinadas personas que viven en determinados lugares".
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El élder Soares es el primer apóstol de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en dirigirse al congreso. También recibió una medalla especial de honor presentada por el presidente de Kazajstán Kassym-Jomart Tokayev.
El élder Soares estuvo acompañado en el evento por el élder Carl B. Cook, de la Presidencia de los Setenta.
Hablando con líderes religiosos de todo el mundo, el élder Soares dijo que la religión fomenta una "mentalidad del otro" que "inculca la responsabilidad social en nuestras vidas, basada no en el interés propio, sino como una promesa a Dios. Los compañeros creyentes a menudo están en la mejor posición para cuidar a una persona enferma, reparar la casa de un vecino o llenar innumerables vacíos que nosotros mismos no podemos llenar".
El élder Soares señaló un informe reciente de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante que muestra el importante papel que desempeñan los grupos basados en la fe para ayudar a los refugiados. Con la ayuda de los religiosos, los refugiados están encontrando asilo, aceptación y una voz.
"Una cultura es tan fuerte como los valores de sus miembros", dijo el élder Soares. "Las virtudes de la honestidad, la dignidad, la libertad religiosa, la tolerancia hacia la diferencia, el perdón, el aprecio por la belleza y la lucha por la justicia provienen del respeto recíproco entre los ciudadanos. La coexistencia pacífica de diversas prácticas religiosas, opiniones políticas y creencias filosóficas se basa en un rico tapiz de leyes, costumbres, hábitos, morales e ideas diseñadas para mantener los afectos humanos moviéndose hacia afuera en lugar de hacia adentro.
El apóstol alentó a los líderes religiosos a "reflexionar un poco más profundo, amar un poco más fuerte, comunicarse un poco más claramente y construir el tipo de conexiones que ayudan a nuestras sociedades a capear las tormentas de la vida".
Lea el discurso del élder Soares, "Almas esforzadas y sociedades sostenibles: desarrollar la esperanza en un mundo de sufrimiento"(solo en inglés).
Este congreso trienal de líderes religiosos comenzó en 2003 como respuesta a los ataques del 9/11. La Iglesia de Jesucristo participó por primera vez en 2009 cuando habló el élder Paul B. Pieper, de los Setenta. El élder Jörg Klebingat, de los Setenta, representó a la Iglesia en 2015 y el élder Alexey V. Samaykin, presidente del Área Europa Este, representó a la Iglesia en 2018.