El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo

El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo es uno de los coros más antiguos, grandes y destacados del mundo entero, sin mencionar que ha elevado el espíritu de muchas personas durante más de un siglo. Se originó a mediados de siglo XIX en Salt Lake City y se compone de más de 300 voces cuidadosamente seleccionadas de muchos voluntarios. Sus miembros dan de su tiempo y sus talentos para los ensayos y presentaciones sin recibir ninguna compensación económica.

Probablemente son más conocidos por su programa semanal en la radio y televisión, "Música y palabras de inspiración”, el cual es producido por el coro. Se presenta regularmente en el tabernáculo de la manzana del Templo y en todas las conferencias generales de la Iglesia.

El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo tiene su origen en el deseo y el compromiso de los primeros conversos de incluir la música apropiada tanto en acontecimientos sagrados como en seculares. El proceso de recopilación de himnos para la instrucción y adoración comenzó sólo cuatro meses después de la organización de la Iglesia en 1830, y se organizó un coro en 1836 para la dedicación del Templo de Kirtland.

Cuando los Santos de los Últimos Días se trasladaron al oeste, el presidente Brigham Young incluyo músicos, entre los miembros de la avanzada. Por consiguiente, un pequeño coro cantó en la primera conferencia en el Valle de Salt Lake el 22 de agosto de 1847, veinte y nueve días después del arribo del primer grupo de pioneros.

Desde aquel humilde comienzo, el Coro se ha convertido en una verdadera sensación musical internacional. En 1929, comenzó a transmitir “Música y Palabras de Inspiración” en la radio. En la actualidad, dicho programa —emitido en más de 2000 estaciones de radio y televisión y con más de 4000 episodios—es la red de radiodifusión continua más grande del mundo. Hoy en día, el Coro cuenta con una activa presencia en redes sociales tales como YouTube, Facebook, Twitter, Instagram, y Pinterest.

A partir de la instalación del primer órgano de tubos en el Tabernáculo en el 1867, organistas han sido llamados para ayudar al coro. Entre los mejores músicos de la Iglesia, han realizado recitales en diferentes partes del mundo, han tocado para las reuniones de la iglesia y cívicas, y compuesto música.

Su elevado nivel artístico, el uso frecuente de himnos y arreglos, y el servicio ejemplar por la música sigue inspirando, instruyendo, y animando a los músicos de Iglesia y los miembros que en ella sirven.

Como embajadora cultural de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, esta organización musical única en su género trasciende los límites generacionales, uniendo a personas de todo el mundo a través de la música.