Los discursantes en la conferencia general tradicionalmente son líderes de la Iglesia. Un suceso inusual ocurrió durante la Sesión General del sábado por la noche cuando dos adolescentes discursaron. Laudy Ruth Kaouk y Enzo Serge Petelo compartieron sus pensamientos sobre cómo el sacerdocio bendice a la juventud.
- Una joven de Provo, Utah, Laudy Ruth Kaouk, habla en la sesión del sábado por la noche de la conferencia general
- Enzo Serge Petelo, un joven de Provo, Utah, habla en la sesión del sábado por la noche de la conferencia general, 4 de abril de 2020
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La hermana Laudy R. Kaouk, de 17 años, una joven del Barrio 14 de habla hispana Slate Canyon en la Estaca Provo Utah, habló en inglés sobre cómo el sacerdocio bendice a los jóvenes.
"No dude en pedir una bendición cuando necesite orientación adicional", dijo. “Es en nuestros momentos difíciles que necesitamos que el Espíritu nos ayude más. Nadie es perfecto y todos experimentamos dificultades. Algunos de nosotros podemos sufrir con ansiedad, depresión, adicción o con sentimientos de que no somos suficientes. Las bendiciones del sacerdocio pueden ayudarnos a superar estos desafíos y recibir paz a medida que avanzamos hacia el futuro”.
Kaouk también dijo que la asistencia al templo y las bendiciones patriarcales la han ayudado a conectarse con su Padre Celestial.
“Independientemente de tus circunstancias, siempre podemos acceder a las bendiciones del sacerdocio…Por medio de la familia, amigos, hermanos ministrantes, líderes del sacerdocio y un Padre Celestial que nunca te fallará” agregó Kaouk.
El hermano Enzo S. Petelo, de 15 años, poseedor del sacerdocio del Barrio Meadow Wood de la estaca Provo Utah Edgemont, dijo que puede ser difícil para los jóvenes seguir a Cristo y hacerlo con exactitud.
"Se nos da la oportunidad de ministrar como ángeles, de predicar el evangelio en todos los continentes de la tierra y de ayudar a las almas a venir a Cristo…Este servicio nos une a la labor de Juan El Bautista, Moroni, José Smith, presidente Nelson y de otros siervos del Señor” dijo Petelo.